miércoles, 25 de octubre de 2017

Dios me liberó de la obsesión y adicción por las marcas.

"Porque ¿que aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" Marcos 8.36.
Recuerdo hace unos años antes de entregar mi vida a Jesucristo, yo era adicta a la moda, era esclava de la moda lo que muchos llaman "fashion víctims" para hacerse los interesantes.
¡Víctima de la moda!.
Así era mi vida, en vez de usar la moda para mi bien, yo era una esclava de ella.
Adicta a marcas como... Lo tengo que decir, no odien al mensajero, es la vida que viví: Louis Vuitton, parada, Gucci, Dolce & Gabanna, Ysl, Dior... Podría seguir y seguir, éstos eran mis dioses en la etapa moribunda de mi existencia.
Vivía en pecado con tal de conseguir todo esto, recuerdo una vez, una persona que no sé ni su verdadero nombre, me llevó a la calle Serrano de Madrid y me dijo: compra todo lo que quieras (todo un sueño para la mayoría de las chicas de esa época del mundo de la noche y discotecas que conocía).
Para mi no era algo del otro mundo, siempre conseguía lo que quería sobre todo en eso de las marcas.
Hoy sé que solo Dios pudo librarme de esa vida de apariencias falsas.
Hoy se que mi vida vale mas que un bolso de temporada y que uno zapatos de prada o ferragamo.
Muchos de estos diseñadores yo no los conozco, nunca me senté a charlar con ellos, no sé su vida real, pero no estoy aquí para juzgarles a ellos, sino para contar que en este mundo en el que vivimos, donde todo va a velocidad del rayo, hay un Dios que transforma las vidas.
Recuerdo que era adicta a bebidas de marcas como Moet Chandon, Dom Perignon...
Ahora puedo tomar una botella de sidra del mercadona de un euro y ser feliz, me di cuenta gracias a Dios de mi verdadera valía.
Una de las cosas que hice al salir del psiquiatría fue tirar todas las cosas a las que yo estaba atada: los bolsos, ropas, zapatos, todos los gucci's... No digo que Gucci sea el diablo, pero todo lo que uno antepone a su relación con Dios es idolatría.
Lo sorprendente es que Dios me bendijo, y me ha bendecido con tanta ropa bonita fina, elegante, sin merecerlo, sentí en algún momento de mi vida como que de alguna manera mi Dios, mi Padre Dios, me recompensaba por haber confiado en él.
¿No es eso asombrosa gracia?.
Multiplicó más de lo que yo pudiera imaginar, mis bienes al fundamentar mi fe en Jesucristo.
Te invito a que si tienes algo que te está frenando, atando para seguir la vida bella sin cargas que Dios tiene para ti, le pidas ayuda en el Nombre de Jesús.
¡Y ya verás por ti mismo lo que el Salvador de vidas puede hacer por ti!.
Que Dios te bendiga.
Te Bendigo en el nombre de Jesús.
Que tengas una hermosa vida con Jesús.
"Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé. Serán vueltos atrás y en extremo confundidos los que confían en ídolos, y dicen a las imágenes de fundición: Vosotros sois nuestros dioses".
 Isaias 42.16-17.

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